Viejo barrio

Sainete musical con un triángulo amoroso en un cabaret: un villano de bigotitos, los característicos personajes de barrio, el boliche, la muchachita engañada, la remanida escena de juego —esta vez es una mesa de ruleta. La música abunda por todos lados, permitiendo el lucimiento de ejecutantes e intérpretes vocales muy conocidos en el medio rosarino, aunque se deba recurrir a la presencia del porteñísimo Florentino.

Contó con costosos y variados escenarios, cuyos proyectos estuvieron a cargo del arquitecto Ermete De Lorenzi y fueron realizados por el escenógrafo J. Rolando, ambos rosarinos.